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miércoles, 11 de julio de 2012

Una desconocida playa en Cuba

Por: Roberto Morejón

El riquimbili nos dejó cerca de la playa Vista del Mar, un paradisíaco sitio al Oeste de la Bahía de Mariel. Es poco frecuentada, apenas la visitan lugareños y habitantes de los pueblos cercanos como Quiebrahacha.

Otra playa, La Herradura, se roba los pocos bañistas que acceden a estos apartados lugares, pero a esta marina no le molesta, aun cuando sus orillas no son de tierna arena, ella se sabe única y exquisita.

Paraje ideal para compartir con la familia por su tranquilidad, belleza de su paisaje y la pureza de sus aguas. Lo cierto es que quienes se bañan una vez en las aguas de Vista del Mar buscan la manera de regresar.
 







miércoles, 4 de julio de 2012

Viajando en curiosa creación


Artefacto seria una palabra sublime para clasificar aquella cosa con motor. Pero si catalogarle es difícil, no menos fácil es montarse en uno. Obligado,  tuve que subirme, a eso que de momento creí se trataba de un ORNI (objeto rodante no identificado),  aunque pronto me sacaron de dudas, “Se llama Riquimbili",  así de sencillo lo definió aquel hombre sentado frente a mi.

Camino a la playa Vista del Mar, en Quiebrahacha,  pequeño pueblo del municipio Mariel,  no quedaba otra opción  que tomar un riquimbili o caminar los 7 kilómetros que nos separaban de nuestro destino o subirnos a una peligrosa carreta tirada por un tractor.

Apareció de pronto, todos corrimos a subirnos. Luego aprecie que no es imprescindible ir sentado para que te dejen viajar. Puedes hacerlo colgado o sentado en el suelo o en el pescante.

Esto que nos pareció toda una novedad o aventura, forma parte de la vida común de los pobladores de esos sitios que a diario se trasladan en estos vehículos armados con un motor que solo Dios sabe de donde salió, hacen un ruido infernal y si alguna organización ecologista los ve, seguro los manda a desarmar…pero mientras, resuelven.

Viajamos apretados, rodeados de esos cubanos jaraneros que hacen fiestas en plena tormenta. Mientras atravesábamos caminos solitarios y con baches, alguien hacia chistes, una mujer preguntaba al conductor por la salud de un conocido, y yo…yo me sujetaba fuerte para no caer, disfrutaba la compañía, el paisaje, el riquimbili y a mi Cuba.