Colores y Danzas de la India llegan a La Habana

Por: Roberto Morejón
Anoche recibí un regalo. Fue un privilegio y una oportunidad excelente poder estar en la cobertura de la inauguración oficial del primer Festival de la Cultura la India en Cuba.
La apertura en el habanero Teatro Mella, corrió a cargo del espectáculo Nrityarupa, un mosaico de danzas tradicionales hindúes donde pude disfrutar de una pequeña parte del milenario patrimonio ese pueblo del Asia.
 El colorido y fuerza de las interpretaciones de Nrityarupa, muestra de la variada y diversa cultura hindú, me impactaron mucho. 
 También gocé con la música de ese país. Sus ritmos, matices, expresiones,  me demostraron, una vez más,  la belleza de la creación humana y que somos únicos  en nuestra diversidad.

 

 

 

 

 

Los jóvenes de la Universidad de La Habana

Estudiante usando las nuevas tecnologías en áreas exteriores de la Biblioteca Central  de la Universidad de La Habana, Cuba.

Por Roberto Morejón

   Estuve en la Universidad de La Habana para reportar un evento muy interno de esa institución. Mientras esperaba sentado en el parque central de esa escuela a que llegara la redactora de mi agencia, observaba a los jóvenes en su ir y venir, sus juegos y risas, sus debates referidos a diferentes temas docentes o triviales, me percaté de la cantidad de medios que los chicos tenían.

   Ellos usan  laptops, ipods,  teléfonos móviles. Estos medios han impuesto su uso y los muchachos y muchachas de la Colina, se pasan el tiempo intercambian mensajes a través de sus equipos aunque también noté que muchos siguen a la antigua, escribiendo en hojas de papel sus notas de clases.

   Instintivamente comencé a tomar fotos y ellos a bromear conmigo. Son alegres, juguetones pero no te puedes confundir, en un momento comenzamos un debate sobre el anuncio de la eliminación de la doble moneda en Cuba y me fui satisfecho con sus ideas. 

 

Estudiantes en una de las calles interiores de la Universidad de La Habana, Cuba.

Estudiantes usando las nuevas tecnologías en áreas exteriores de la Biblioteca Central  de la Universidad de La Habana

Jóvenes estudiando en la Universidad de La Habana

 

 

 

Nuestro hombre en la Sierra

Disman, guia en el Pico Turquino en la Sierra Maestra

 

 

 

 

 Por: Roberto Morejón

  Se nos presentó una manera muy sencilla “Soy Disman  y seré su guía hasta la cima del Pico Turquino”. Quizás para él es fácil decir eso pero a nosotros nos chocó…”y ¿Como hacemos para bajar?”. Se sonrió,  “Un compañero nos espera arriba”.

 Es un hombre joven, curtido por el clima de la Sierra Maestra. Vive en Santo Domingo, un pueblo en las estribaciones de la cordillera serrana, lugar donde nació y siempre regresa aunque no niega que le gusta la vida en la ciudad. Terminó su servicio militar y al regresar, en un sitio donde no sobran las ofertas de trabajo, solicitó entrar al cuerpo de guías del Turquino y desde hace mas de cinco años,  sube y baja, en ocasiones dos veces en un día.

  Conoce cada palmo del Turquino.  Fue un gran amigo, nos aconsejó, enseñó trucos y ayudó muchísimo. Es un ser callado y muy pensativo. Te mira a los ojos siempre que habla contigo y con mucho respeto. Ama su tierra, adora su trabaja y a su esposa e hijo.

 Con él iniciaríamos el ascenso, pensado para hacerse en dos jornadas. Subiríamos por Granma y bajaríamos por Santiago de Cuba, no parecía agotador apenas 20 kilómetros. Pero esa distancia en las lomas, como nos dimos cuenta luego, se duplica.

 Salimos en un grupo de seis personas, el guía, el cocinero, una pareja de holandeses, Ramón y yo. Los europeos y el cocinero se separaron de nosotros enseguida, emprendiendo una subida rápida. Disman esperaba pacientemente que tomáramos nuestras fotos de cada detalle, los caminos, la flora. Que disfrutáramos el aroma de la montaña mientras nuestros lentes capturaban la belleza de la serranía cubana.

 Ramón y yo estábamos exhaustos, casi al final de la primera jornada y él solo se reía y nos daba consejos.  “Falta poco para llegar” nos dijo. “¿Al Turquino?” “ No, hoy solo llegamos a la Aguada de Joaquín, mañana es cuando la cosa se complica!!”

Desde Argentina a La Habana para recordar al Che

   Con lágrimas en los ojos la muchacha me dijo “Es increíble estar aquí, no me lo puedo creer, nos costó trabajo pero vinimos”.  La joven es argentina y la acompañan otras tres chicas. Han venido a La Habana,  por su cuenta,  para estar en la Plaza de la Revolución este 8 de octubre y recodar la caída del Guerrillero Heroico, Ernesto Guevara.

   Ellas no llegaron para participar en el acto para conmemorar el aniversario 46 de la caída del Che y el 20 de la colocación de su efigie en el edificio del MININT. Las argentinas estuvieron sentadas sorprendidas hasta que culminó la actividad, mientras en la Plaza se escuchaban las palabras de Fidel hablando del Comandante victorioso y se reconocía la obra del escultor que realizó la efigie.

 “Escuchar esa canción, estar aquí en la Plaza, ver a esos jóvenes marchar seguros, vivir con el pueblo cubano este día…es un sueño! Valió la pena!”