Por Roberto Morejón
“Duro, durísimo es este deporte” me decía un colega fotoreportero cuando nos derretíamos al sol en el malecón de La Habana. Y claro, no lo decía porque estuviéramos derritiéndonos, él se refería a las atletas femeninas que finalizaban su dura prueba durante el Cuarto Triatlón de La Habana.
El Triatlón habanero, desarrollado en dos jornadas, contó con la participación de más de 500 participantes en las tres pruebas: Media distancia; Sprint Popular y Olímpico Elite.
Y es de veras duro. Nadar, pedalear y correr demandan fuerzas, velocidad y resistencia. Aunque considero la más fuerte la Media distancia con 1,9 kilómetros de natación, 90 de ciclismo y 21 de carrera!
Pero para los triatletas es una fiesta!! Ellos se entregan y lo disfrutan, hacen lazos de amistad mientras compiten, son felices cuando terminan, porque para muchos la meta no es la medalla, su mayor victoria es sobre sí mismo.
Miré al colega y sonreí. Luego de dos días también había sido muy duro para nosotros, pero eso nadie lo comenta, por eso le tiré el brazo por encima y le dije “ Vamos a la meta, que casi acabamos!”
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