Por: Roberto Morejón
He pasado una semana maravillosa. Siete días
de merecido descanso con mi familia, gracias a mi esposa que fue premiada por
su trabajo a pasarnos unas jornadas de playa, piscina, excursiones y buenas
cervezas. Salimos de la capital y nos hospedamos en un pequeño hotel en el
Valle del Yumurí, muy cercano a la ciudad de Matanzas.
Aunque
estábamos de vacaciones con los niños y suegra incluida, que te aseguro no se
portó mal, las cámaras no descansaron. Made, mi esposa hizo de las suyas con su
cámara de video y trajo material para varios audiovisuales. Yo, sin poder
desprenderme de esta piel de fotoperiodista, he ingresado a mi archivo varios
fotorreportajes que poco a poco iré compartiendo contigo.
Se
disfruta esto de viajar y fotografiar los sitios que se visitan. Captar las
bellezas del Valle del Yumurí, la neblina de la mañana, el paisaje campestre.
Los misterios de las Cuevas de Bellamar, el ascenso de la loma del mirador del
Yumurí.El trabajo de rescate de dos símbolos: El Puente de Bacunayagua y la
Ermita de Monserrat. La historia escondida en los muros del Castillo de San
Severino el dolor que aun se siente en la Ruta del Esclavo. Las curiosidades de
una botica francesa del siglo XIX,
conservada casi intacta. El increíble azul de la aguas de Varadero.
Tenia
conmigo todos los elementos técnicos para trabajar, pero sentí la ausencia de dos
útiles instrumento que todo fotoperiodista debe tener siempre encima: Una
libreta de notas y un bolígrafo! ¡¿Cuánta buena información habré perdido por
no tomar los apuntes que luego me ayudan a calzar un fotorreportaje o una foto
de noticia?!
Espera
mis trabajos y deja un comentario sobre tu experiencia de viajar y fotografiar.