Volvimos a encontrarnos. Después de mucho tiempo y en circunstancias diferentes hemos coincidido de nuevo…
Casualmente topamos de frente el Ciclobus y yo. Han pasado muchos años de habernos conocidos: 1995, Período Especial, yo y mi bicicleta china tratando de llegar al centro de La Habana por la vía más corta desde Alamar, él cruzándonos el túnel de la bahía…
Y rememoré tantas cosas: el viejo siempre a mi lado pedaleando duro y comiendo poco, los amigos con sus chistes y sus bicis viejas, el sol, la sed, las largas colas, las veces que nos sorprendió la lluvia, atravesar Cojimar y Camilo Cienfuegos, “hoy no hay ciclobus, no tenemos petróleo”, darle la vuelta al anillo, los ciclobus destartalados llorando pero llevándonos, “y vamos a resistir”, y aquí estamos…
Y él, el ciclobus con carros nuevos ahora, yo, más viejo; y ahora no son las bicis chinas, ahora modernas motos eléctricas o bicis de carrera, y los más jóvenes que no saben, los mayores que no quieren recordar…
Y le hice una foto a este joven ciclobus, heredero de aquellos heroicos carros de modelo Ikarus mientras montan los jóvenes, herederos de nosotros, heroicos sobrevivientes del Periodo Especial…
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